jueves, 22 de noviembre de 2012

Concierto en Cáceres de love of lesbian, el columpio asesino y dj man pop


Reseña del concierto de LOVE OF LESBIAN, EL COLUMPIO ASESINO, DJ MAN POP

Sábado 17 de noviembre, Pabellón Multiusos, Cáceres


      Love of Lesbian son grandes.  En sus conciertos ya no necesitan entregarse en cuerpo y alma para estremecer a su público, porque a su público le tiembla el corazón mucho antes de que suene el primer acorde. Aún así la entrega fue total en su primera visita a Cáceres en un concierto compartido con El Columpio Asesino y organizado por la Asociación Cultural Avuelapluma.

     Comenzaron los navarros. Cargados de guitarras y actitud para hacernos bailar toda la noche, dieron un repaso a los temas más intensos de sus últimos discos, sin olvidarse del explotado y efectivo “Toro”. Los galardonados con cinco Premios de la Música Independiente de este año (entre ellos mejor directo), vibraron en el escenario cacereño más que ningún alma en una fría cancha de baloncesto que no llegaba ni de lejos a la mitad de su aforo. La carencia de una figura de cantante líder la suple con creces la energía vocal de Álvaro Arizaleta desde esa batería que ametralla con una precisión pasmosa, pero sobre todo el aura de sensualidad con la que Cristina Martínez se estremece, acaricia y desgarra su Telecaster desde el centro de la escena y que a mí, personalmente, me dejó embobado en más de un tema. Sin embargo, su propuesta no acabó de cuajar del todo como en otras ocasiones, básicamente por dos razones: la excesiva reverberación del Pabellón Multiusos (inapropiado para un directo basado en un sonido atmosférico y que, salvo en las primeras filas, resultaba bastante opaco y difuso) y la impaciencia de los lesbianitas por ver sobre el escenario a su grupo favorito (el fanatismo es lo que tiene, ciega en todos los ámbitos, incluido el musical).


     En el intervalo entre los dos grupos, Dj Man Pop se encargó de amenizar el ambiente hasta que a las 00:30, con puntualidad kantiana, unas barras de luz roja en la oscuridad del escenario anunciaban el momento más esperado. “La noche eterna” abrió el telón como presagio de una noche intensa (2h y 15 min de concierto, veinticinco canciones) para deleite de los casi dos mil asistentes al recinto que corearon al unísono cada frase desde el principio.

     El recital tuvo tres partes bien diferenciadas por su cadencia. En la primera, la más larga, intercalaron los temas más redondos de su último disco, La noche eterna. Los días no vividos (“Belice”, “El hambre invisible”, “Los seres únicos”), con los clásicos más esperados (“Donde solíamos gritar”, “Segundo asalto”, “1999”) y con sorpresas como “La niña imantada”, “Los colores de una sombra” o la hermosísima “Domingo astromántico”, con la que nos pusieron los pelos de punta a más de uno. Hay que decir que no todas las sorpresas funcionaron (“Si salimos de esta”, uno de los temas más flojos de su último disco, no entró ni con calzador a pesar de hacer una oportunista y forzada referencia a la crisis económica), pero la evidencia es que, a día de hoy, su propuesta resulta una fórmula infalible gracias a un vasto repertorio en el que cuentan con muy pocas fisuras. A destacar también en esta parte el swing de “Pizzigatos” por ser la primera vez que la interpretan en directo, y sobre todo la grandiosa “Wio”, exquisito retrato de la incomunicación urbana y el insomnio radiofónico cuya atmósfera de misterio han sabido llevar muy bien al directo con Theremín incluido para la ocasión.

     La segunda parte fue una perfecta traca final de siete temas antes del bis con la que pusieron a saltar a todo el mundo durante más de media hora, desde la siempre efectiva “Las malas lenguas” hasta la divertidísima “Los toros en la Wii”, pasando por “Nadie por las calles”, uno de los mejores temas no solo de su último disco sino de todo su repertorio y que seguro se convertirá en un clásico de sus conciertos; “Me amo”, “Club de fan s de John Boy”, en la que Santi se abrazó una vez más al público hasta ser engullido por la masa; “Algunas plantas”, perla final de anteriores giras en las que se limitaban a darle al play marcándose una coreografía y que en esta ocasión la han rescatado para hacerla en vivo cambiando las risas por la locura colectiva; y “Si tú me dices Ben, yo digo Affleck”, con videoclip recién estrenado (en el que se han pasado de rosca con el LSD en la tortilla), fue el punto álgido de la noche con un memorable Balmes reinona de la pista, bailando (por decirlo de alguna manera) con una ristra de sujetadores colgando de su cuello.
     Tras los gritos entusiastas de la comunión final de ”Toros en la Wii” (“fantásticoooooo, parapaparaparapa”), el grupo catalán se despidió con intención manifiesta de volver para un último asalto, y es aquí donde creemos que el show no estuvo muy acertado. La tercera parte fue anunciada como el adelanto de un nuevo formato de conciertos para salas, quizás más intimista, un formato que no nos queremos perder y en el que seguro que vuelven a sacudirnos la fibra, pero que quizás estaba fuera de lugar para acabar este concierto, sobre todo después de la media hora anterior en el que habían dejado al público más que excitado. Tres canciones para un bis cargado de melancolía: “Brindemos por los días no vividos”, nos invitó Balmes al final de dicho tema logrando por última vez en el concierto esa conexión tan especial entre el grupo y su público. Le siguió “La parábola del tonto”, hermosa canción de su segundo disco en castellano, y como broche, la sobrevalorada “Oniria e Insomnia”, tedioso y soso tema que baja el nivel de su último disco y que, insistimos, no nos parece ni de lejos el más eficaz para cerrar un recital sobresaliente, sobre todo si para ello dejan de tocar el enorme “Incendios de nieve”, quizás la omisión que los presentes echaron más en falta.


     Finalizado el concierto quisimos recoger la impresión de algunos de los asistentes. “¡Me ha encantado! Aunque me ha faltado Incendios de nieve, mi favorita”, nos contaba Esther. Por su parte, Lucía quiso destacar las canciones inesperadas: “Soy muy fan de LOL, los he visto ya tres veces y me ha sorprendido mucho el repertorio. El final no me ha gustado, me ha parecido muy lento”. Otro fan nos comentaba entusiasmado: “¡Me llevo la baqueta del batería! Dos horas y cuarto de Love of Lesbian en estado puro, entregados al público como siempre. ¡Brindemos por los días no vividos!”.  Seguro que, como nos ocurrió a todos en algún momento, muchos escépticos se acercarían esa noche invitados por algún amigo fan y acabarían como el protagonista de John Boy (“…y ahora ya soy, y ahora ya, ya lo soy”).
     Gran concierto de un grupo grande que da siempre lo mejor de sí, un grupo que disfruta en el escenario con el entusiasmo de unos novatos, pero con el bagaje de los que saben de qué va esto. Un grupo que podría alcanzar la perfección absoluta en sus conciertos y el aplauso fácil tirando solamente de sus innumerables hits, pero que prefiere (además) buscar la chispa del asombro con su consiguiente riesgo. Y eso les hace aún más grandes. Un grupazo.



















Crónica: Jose A. Perera
Fotos. Gemma Guerra.

lunes, 29 de octubre de 2012

youfest 2012


Festival Youfest 2012



El pasado fin de semana el panorama más freak de la capital se reunía en el Matadero con un único objetivo; YouFest, el festival de la generación YouTube. Esta primera edición del festival surge de la colaboración de artistas de diferentes partes del mundo que crean y difunden su arte en la red, con una estética propia. Sin dejar a un lado el espíritu y la esencia del festival, la primera línea del cartel aumentó el público considerablemente, muchos fueron los que esperaban impacientes a grupos como Primal Scream, Vive la Fête, Underworld ó Battles.

Después de un viernes más que pasado por agua en un recinto donde los dos escenarios principales estaban descubiertos, pocos fueron los valientes que se atrevieron a llegar el sábado a primera hora.



Daler Mehndi y su bhangra pop hicieron bailar a un público que iba en aumento a las 18:30h. Conocido por el vídeoclip de su canción ‘’TunakTunak Tun’’ donde aparece con sus propios clones, este indio transmitió su vitalidad y energía acompañado por sus bailarines y unos visuales muy llamativos.



A las 19:30h fue el turno de los neoyorquinos Battles. Hora y media de concierto, una mezcla de sintes con la dosis perfecta de guitarra y bajo y un exceso de violencia a la batería donde no faltaron ‘’Afrocastle’’ y ‘’Atlas’’.

A quince minutos del comienzo de la gala YouFestera, que se hizo esperar algunos más, todos se aglomeraban impacientes por situarse en las primeras filas. Descartada cualquier previsión de lluvia el público seguía creciendo y cada vez eran más los que llegaban al festival.



Daler Mehndi y su ‘’Tunak Tunak Tun’’ fueron los encargados de abrir la gala, seguidos por
una Wendy Sulca que dejó un mal sabor de boca con una versión de ‘’Like a Virgin’’ de
Madonna cuando todos gritaban a ritmo de ‘’Cerveza’’ o ‘’La tetita’’. Muy agradecida
se despidió del público mandando besos desde la pasarela y repitiendo ‘’Os quiero
Madrid’’. 




El tercer turno fue para Vazquez Sounds dónde Ángela deleitó con la versión 
‘’Rolling in the  Deep'' de Adele. Los siguientes en salir al escenario fue la agrupación francesa Kaoma con ‘’On the Floor’’ de Jennifer López y Pitbull para dar paso a Shakiro que con un gran grupo de bailarinas y a golpe de caderas interpretó ‘’Suerte’’. 







En la siguiente canción ‘’Waka, waka’’ le acompañó Kaoma con imágenes de la selección española y el Mundial en las pantallas.


El Chombo,  aún habiendo actuado horas antes en el escenario de Mashups del mundo, volvió a salir en la gala con sus temas ‘’El Gato Volador’’ y ‘’Chacarrón Macarrón’’ al puro estilo del mismísimo Pitbull enfundado en una americana de lentejuelas doradas y gafas de sol. 



Zone en su propia nave espacial y vestido de astronauta en la gran pantalla mientras Shakiro 
interpretaba la canción. Tras ese viaje por el universo, aterrizó en el escenario con el traje aún 
puesto para saludar a todos sus seguidores.



La despedida comenzó con la actuación del coreano Sung Bong Choi al frente de una gran 
orquesta en la que dejó a todos maravillados por su increíble voz y sentimiento al cantar.


Le siguió Paul Potts, el tenor inglés ganador del concurso Britain’s Got Talent con un
precioso espectáculo en el que participaron dos bailarinas, interpretando ‘’Nessun
Dorma’’ y ‘’Con te Partiro’’. La noche acompañó además con una gran luna llena, que
hizo de esta actuación algo mágico. 

Se despidieron del público Los Manolos con un emotivo ‘’Amigos para siempre’’ en el que
contaron con la colaboración de todos los artistas anteriores y que dejó una bonita foto de
familia.



Una gala que duró hora y media, acompañada de unos visuales impresionantes y personalizados para cada artista, donde sonaron todo tipo de instrumentos y que mantuvo al público hipnotizado de principio a fin.

Tras un pequeño descanso y mientras en el otro escenario tocaba Neuman eran cada vez más mujeres las que intentaban acercarse todo lo posible a la primera fila del escenario principal. Era el turno de Rick Astley.







Un Rick Astley por el que parecen no haber pasado los años, que mantuvo su apodo de ‘’Sex Simbol’’ y que hizo volver a muchos a su adolescencia con temas como ‘’Together Forever’’ o ‘’Never Gonna GiveYou Up’’.






























A las 23:30 el público seguía en sus posiciones, las mismas que en Rick. El festival terminaba su sesión ‘’diurna’’ y qué mejor que Underworld para ponerse a tono y continuar una noche electrónica en la Riviera. 
La banda inglesa lo dio todo en hora y media de actuación, con una energía envidiable que no hizo más que aumentar con los contoneos y movimientos de Karl Hyde. Interpretó temas como ‘’Push Up stairs’’ o Scribble e hizo alcanzar el éxtasis con ''Born Slippy'' y una increíble puesta en escena, con la que se llevó el premio al más entregado en el escenario.

Aglomeraciones a la salida y serios problemas para encontrar taxis, los que aún seguían con el subidón de Underworld, llegaron a la Riviera justo para ver a un Chimo Bayo que con traje y gafas luminosas hizo bailar al ritmo de ‘’La Tía Enriqueta’’ y ‘’Así me gusta a mí’’.
Sobre las 2:30 apareció el productor belga Netsky son un set live de drum and bass que duró una hora. Cambio de mesa y quedó preparado el escenario para Diplo, ante un público ansioso por verle. Set de hora y media cargado de electro house y dancehall pasando por hip-hop y que contó con la visita y los bailes de KeenanCahill en el escenario.

Sak Noel fue el encargado del cierre del festival los últimos 45 minutos en los que los artistas anteriores se encontraban entre el público bailando, la organización subió al escenario a celebrar el trabajo bien hecho y concluido y donde no faltó el extended mix del tema Loca People.





                                           Crónica: Pi González
Fotos: Toni Guerrero (Youfest)

europa sur 2012


Crónica Festival Europa Sur.

Festival Europa Sur
Plaza de San Jorge.

Europa Sur, Jueves, 20-09-12.

Tranquilidad y equilibrio en un primer día de la tercera edición del Festival Europa Sur en Cáceres. Un sosegado “Hombre percha” se encargó de inaugurar este entrañable festival. El grupo placentino acusó ser el primero con la mesura y armonía requerida. El toque  esperpéntico corrió a cargo de “Día X menos 60”, conjunto cacereño que aunó el mundo del cómic y la electrónica experimental. El esperado “Luis Brea” presentó su primer trabajo en solitario con ligero acompañamiento que cautivó a los presentes. Por último,  “Los increíbles alfalfadores” contaban con la ventaja de jugar en casa. Ska desenfadado y ritmos frenéticos acabaron en un frenesí de furor y exaltación de la diversión local.

Festival Europa Sur
Luis Brea.

Europa Sur, Viernes 21-09-12


Chloe Bird

La joven cacereña “ChloéBird” fue la encargada de iniciar la segunda jornada. Dulzura y fuerza vocal en sintonía perfecta. Dejó paso a “Burgim”, conjunto radicado también en Cáceres, con la experiencia de haber teloneado a Vetusta Morla, ofreció una actuación nítida y diáfana.

Festival Europa Sur
Chloe Bird.

Mucho

Desde Toledo nos llega esta nueva banda Banda de rock con un directo salvaje y alocado, se trata de una banda formada por Fausto Pérez, Miguel de Lucas y el batería Carlos Pinto, todos ellos ex-Sunday Drivers, junto a Martí Perarnau. Su cantante, Martí Perarnau, acabo auto-duchado por su propia cerveza en un final frenético y fuera de sí.

Festival Europa Sur
Martí Perarnau (Mucho)
Nacho Vegas

De repente la gente empezó a llenar la plaza y apareció el estático Nacho Vegas, en su línea habitual  melancólica-decadente.  Situado completamente a la izquierda del escenario y completamente serio nos ofrecieron un directo tranquilo y sin sobresaltos. Nacho Vegas se mantuvo inmóvil e impertérrito durante todo el concierto, prácticamente con los ojos cerrados cantó intercalando guitarra acústica y ukelele canciones como: El hombre que casi conoció a Michi Panero, Dry Martini, S.A., Cuando te canses de mi, La gran broma final, Perplejidad, Cosas que no hay que contar, Cómo hacer crac… Y recuperó una de sus canciones antiguas, “la Noche más larga del año”
A destacar la buena ejecución del músico Abraham Boba a los teclados.

Festival Europa Sur
Nacho Vegas.

The Soaked Lamb

Esta banda de Portugal nos sorprendió con un soul jazzero de tintes cabareteros, con una estética años veinte muy conseguida y una puesta en escena bien ambientada en dicha década. Los músicos de Soaked Lamb nos engalanaron la noche con un repertorio  de calidad y buen gusto, su tatuada cantante nos embelesó con un dominio soberbio de la voz y una afinación perfecta. Es una banda anacrónica y atemporal de gran calidad que nada tiene que ver con el pop.
A destacar su preciosa versión de “la llorona”

Festival Europa Sur
Marina, vocalísta de Soaked Lamb.

The New Raemon

Como si fuera una prueba final, a eso de la 1 de la noche nos acercamos a la primera fila para comprobar con un entusiasmo adolescente cómo expresa Ramón Rodríguez en directo las emociones que nos encandilan de los discos de The New Raemon. Y superó todas nuestras expectativas: Los hermosos tonos graves de su voz rociaron como un gas tóxico por la Plaza de San Jorge esa solemnidad adictiva de sus dos últimos discos, y la entonación perfecta de los tonos agudos fueron cuchillos para doblegarnos a su ceremonia. La banda sonó orgánica, calmada y segura a la par que palpitante y fresca. El sonido directo de sus canciones ensalzó la honestidad de una propuesta muy personal, difícil de encajar en un movimiento (una situación parecida a la de sus paisanos Standstill, a los que precisamente nos recordaron en más de una ocasión), pero muy bien entendida por esa gran minoría que vemos tan inevitable la oscuridad creciente de sus acordes y sus letras, como necesaria la belleza épica de sus melodías. “Lo bello y lo bestia de vivir…”, que abriría el concierto. Ni más ni menos. Bravo Ramón. Sobresaliente. Te guardamos la Matrícula de Honor para el siguiente (excusa perfecta para otra dosis).
Festival Europa Sur
Ramón Rodríguez
David Fonseca

Muy entregado al público, David Fonseca nos ofreció un gran directo, con fuerza y garra, su voz cálida y potente puede recordar a grandes voces, como si de un Crooner  clásico se tratase, pero dentro de una energética banda de rock. David tiene una presencia y una pose que llena el escenario.  Tocó su último disco prácticamente en su totalidad, fue un acierto para cerrar un viernes de festival.

Festival Europa Sur
David Fonseca.

Europa Sur, Sábado 22-09-12


Hemingway Noise

“Hemingway Noise” inauguraba la tercera y última jornada del Festival Europa Sur. Rock local, personal de media vuelta y arrebatadamente horneado. Calentó las tablas para dejar paso al resto de grupos que conducirían la velada.
Festival Europa Sur
Hemingway Noise.
Francisco Nixon

A las 20:00 h del sábado subió al escenario, Francisco Nixon, proyecto en solitario del asturianoFrancisco Fernández, cantante y compositor de bandas como Australian Blonde o La Costa Brava, yRicardo Vicente, compañero de Fran en su anterior grupo. Ambos intercambiaron guitarras y micrófono, y nos deleitaron con canciones como: Nadia, Inditex, Erasmus Borrachas, Nôtre Dame, Reactor nº 4 y Adoro a las pijas de mi ciudad, entre otras. La mayor parte extraídas de los álbumes " Es perfecta" y " El perro es mío". Fue un concierto tranquilo y divertido, en el que se demostró una vez más la química especial que Fran consigue con su público, dibujando sonrisas entre los asistentes. Como broche final sonó "Treinta y Tres", hermosa canción de “La Costa Brava” y que según el propio Nixon, se encuentra entre sus favoritas.
Festival Europa Sur
Nixon.
Christina Rosenvinge

   Sobre las nueve y media del sábado pudimos disfrutar de la sibilina y frágil Christina Rosenvinge. Desde el principio nos supo encandilar con su susurrante voz y con unas notas que nos hacían fluir como pez en el agua. Esta vez vimos a una Christina acompañada de una chelista y un guitarra que supieron crear un ambiente de lo más íntimo, aunque no hubiera estado nada mal, poder haber escuchado este directo con la banda y con su queridísimo Charlie Bautista. Nos dejó ensimismados y con una sensación de desolación con temas como: “eclipse” y “tok tok”. Compaginó guitarra acústica y teclado según la canción. No tocó ningún tema en ingles, pocos de su época con los subterráneos y ninguno de su primera etapa con Alex. Pero el sabor de boca fue bueno, muy bueno y es que Christina es Christina.

Festival Europa Sur
Christina Rosenvinge.

D30

Los portugueses  D30 nos dejaron un rock-punk con mucha energía y con un toque ochentero, no tenían bajista y curiosamente la ausencia de bajistas fue un detalle de la noche a destacar.  La banda, que tiene cinco discos en el mercado, se presenta poderosa y con mucha confianza en el escenario.
Festival Europa Sur
D 30.
Murdering Tripping Blues

Otra gran banda portuguesa de rock alternativo con un punto garage que a mÍ personalmente me recordó en las formas pero no en el contenido a White Stripes. Los jovencísimos lisboetas tampoco tenían bajista en su formación, se componían de vocalista/guitarrista, teclista y baterista. Muy intensos y desgarrados en directo.
Festival Europa Sur
Murdering Tripping Blues.
Sidonie

Ver lo bien que se lo pasan en el escenario y el cariño que se transmiten entre ellos hace que te sientas como en una fiesta sorpresa por tu cumpleaños,  transmitiéndote  una alegría especial que te invade y que hace que no  puedas quitar la “sonrisa tonta” durante todo el concierto.
Los chicos de Barcelona arrancan motores como si de una Harley se tratase y se mantienen a 120 hasta el final, la energía y el buen rollo que nos aportaron fue, una vez más, de lo mejor del festival. Con ellos  tenemos el espectáculo asegurado, tanto musical como teatral,  temas como  “el incendio”,  “costa azul”, “la sombra”,  “fascinado”,  “nuestro baile del viernes” (tema en el que Marc y Jesús juegan a empujarse mientras cantan), “el bosque”, “un día más en la vida” (dejando el estribillo íntegramente al público) fueron parte del repertorio con el que nos deleitaron.
Mientras Axel se subía a una de las torres de sonido para hacer de improvisado funambulista, Marc , Jesús y el nuevo guitarrista, terminaron el espectáculo tocando una versión en formato acústico en mitad de la plaza y rodeados por un público entusiasmado y entregado a todas sus excentricidades.
Festival Europa Sur
Jesús, Axl y Marc (Sidonie)
The Poppers

Última banda para cerrar el festival, también portuguesa y también de rock salvaje y potente. Invitaron a tocar al cantante de D30 y formaron un buen pitote, El festival terminó con una subida de parte del público al escenario con muchas risas y muy buen rollo.
Buena aceptación de público y bandas de gran calidad, una plaza preciosa y un ambiente excepcional.
Festival Europa Sur
The Poppers.


Cronistas:  Gema Guerra, Diego Sánchez, Rosa Gordillo, Jose A. Perera, Isabel Murillo.
Fotos: Gema Guerra, Diego Sánchez y Jose A. Perera.


Festival Europa Sur
Final de la actuación en acústico de Sidonie


bebe y loquillo (trujillo) 2012


en Trujillo, en el patio de armas del viejo Castillo                                                                       


La luna brillaba a medias. Y al entrar al patio de armas del castillo se tenía la sensación de estar en el escenario de una película ya vista. Una película antigua y con un guión sin sorpresas. Arena y polvo, barras de latón y cervezas en vasos de plástico. Murmullo de gentes sobre una música de fondo con acordes de un Dylan mesiánico y algo fuera de lugar. Mil personas en un espectáculo para el que años atrás no habría bastado un mediano campo de fútbol. Es el instante en que uno se pregunta: ¿en qué piensas Ángel Romero, qué espíritu, qué hado te mantiene aún al frente de este negocio del cual ya han huido hasta las ratas?


Alguien hace callar a Dylan. Luego se apagan las luces. Y los focos iluminan el escenario sobre el que han surgido de la nada unos tipos armados de guitarras y percusiones. A los primeros acordes la gente se arremolina y se agolpa. Somos zombis en busca de un muerdo de emociones nuevas. Aparece Bebe y se escucha un romper de aplausos.
BEBE
 Bebe canta, susurra, murmura, ronronea, y siempre hipnotiza.

Bebe es menuda y frágil, llega envuelta en una sudadera de colores metalizados que le hacen parecer una niña en su primera prueba de voz. Pero cuando abre la boca y escupe al aire su canto de sirena de secano te das cuenta de que lo de niña era un disfraz que gasta la carne para engañar a los pacatos, que la tal fragilidad es un trampantojo de la carne. Se mueve y se contonea y hasta la sudadera acaba por convertirse en un arma de seducción masiva que arroja contra el suelo a la primera de cambio dejando al descubierto dos piernas a las que la luz de los focos nimba de un halo marmóreo, pétreo. Ahora es gigante. Uno comprende que el patio de armas ha sido tomado por una amazona a lomos de dos zapatos de plataforma estampados de animal-print psicodélico.

BEBEBebe
                 El cielo al alcance de la mano.                                     Y la gata se convierte en fiera que seduce.
                                           
Es la primera vez que veo a Bebe sobre un escenario. Y no he salido decepcionado en absoluto. Por el contrario, me pareció un espectáculo interesante, serio, lleno de energía. Su fuerza parece impropia en un embalaje tan diminuto, su entrega es absoluta y sin fisuras. Conoce y acata la norma elemental que hace que un espectáculo funcione: se permite cualquier cosa menos aburrir al público. Y ella no aburre. Hipnotiza.

BEBE
Y de repente se agiganta y el escenario entero cabe entre sus brazos.
A mí sus letras no me dicen ni fu ni fa: Deseo que tus ojos me miren y me digan/ no pasa nada de nada monada nada de nada/ monada nada nada nada nada, ni siquiera estoy seguro de entenderlas por entero porque su voz se confunde y se pierde entre la música e incluso cuando habla es difícil seguirle el sentido. Qué carajo dices que no te entiendo, canta ella misma. Canta o susurra, murmura, ronronea. Hay un momento en que se tiene la sensación de estar ante la versión femenina y sexy de Albert Plá. Si Plá tuviera las piernas de esta chica seguro que en sus espectáculos gastaba minifaldas como las que usó Bebe mientras cantaba Y miro quince veces/ el billete del autobús/ y me aseguro de que mis piernas/ tengan depilado de-luxe. Plá es cómico y usa su comicidad en beneficio del espectáculo. Bebe es felina, sexual y salvaje, y hace bien en explotar sus recursos con esa maestría de mujer que sabe lo que tiene entre las manos. Baila como entre serpientes, enseña con delectación el delta de sus bragas, igual se frota contra la guitarra que contra el guitarrista. Juega a seducir y seduce. Hay entre el público muchas chicas a las que cuando cantan Perdida en el sillón de mi cuarto pienso en ti con mis manos, se les hace miel la saliva entre los labios.

BEBE
Luego la gata recoge las uñas y se convierte en niña melosa que cautiva.

El espectáculo se acaba. La gente pide un bis. Regresa la banda tras dos minutos de aplausos encendidos. Bebe tiene unas palabras de agradecimiento para los presentes, que son, a fin de cuentas, los que mantienen en pie el negocio, y concluye, muy en su línea: que folléis bien y que os follen bien, me cago en Dios, que eso es gratis. A mi lado, un tipo de barriga en expansión y con gafas de pantalla ahumadas y del tiempo de la UHF dice: gratis será para ti, guapa. Y Bebe desaparece en la noche, de nuevo recogida en si misma, menuda y frágil, pero dejando a su paso un reguero de sensualidad y de trabajo bien hecho.

BEBE
Qué carajo dices que no te entiendo.

Luego, un respiro para acudir en procesión a la barra de chapa. En el breve lapso que tarda una noche de agosto extremeño en calentar una cerveza en un vaso de plástico los técnicos han borrado del escenario los restos de Bebe, colocan todo para la siguiente función y se vuelven a apagar las luces.

Aún a oscuras, suena una guitarra. La potencia, la vibración, la calidad del sonido fue como una advertencia: chicos, comienza el verdadero espectáculo. Alguien a mi lado dice: esto sí es una puta banda de rock&roll. Y no se equivoca. El suelo tiembla. Y la gente, esas mil personas que evitarían el roce de un cuerpo ajeno incluso en el ascensor más estrecho, al reclamo de estos acordes se apretuja y se arracima, hermanados por una emoción que sólo transmite la música. La liturgia del rock acaba de empezar.

Loquillo
Con ustedes la banda de Loquillo, esto si es una puta banda de rock & roll.
Durante unos minutos suena a solas la banda. Tres guitarras, bajo, teclado y batería se bastan para llevar a los estómagos de la parroquia a un punto de ebullición propicio. De entre la oscuridad aparece Loquillo. No ha abierto la boca y ya lo hemos recibido en grito unánime de triunfo. Hemos aplaudido a su silueta, a su estampa de héroe del rock&roll, nos hemos rendido a su figura de sobreviviente de un tiempo legendario y agonizante. Él lo sabe y nos lo canta:Nosotros que somos los de entonces/ los que no tenemos dónde,/ los que siempre hablamos solos./ Nosotros que no formamos parte,/ decidimos seguir al margen,/ viviendo en el alambre.


LOQUILLO
La liturgia del rock comienza y la música hermana a los extraños.

Loquillo es la antítesis del espectáculo que acabamos de ver. O quizás no tanto. Si el negocio de Bebe es su sensualidad de gata que ronronea y araña, el negocio de Loquillo es su sensualidad de tipo duro con el que no te gustaría discutir quién paga la siguiente ronda. Corta el aire con las manos en cada canción, lo golpea, lo trata a patadas. No necesita enseñar las bragas, no necesita de coreografías enrevesadas. Viste con la sobriedad de un telepredicador y se mueve con la sencilla seguridad de un vendedor de Biblias. Y cuando abre la boca sabes que acabarás por comprarle todas las biblias que te quiera vender y que te afiliarás a cualquier religión en la que él sea el profeta. No vine aquí para hacer amigos/ pero sabes que siempre puedes contar conmigo./ Dicen de mí que soy un tanto animal,/ pero en el fondo soy un sentimental.

LOQUILLO
No hables de futuro, es una ilusión. Palabra de Loquillo, 
el hombre fiero y sentimental que siempre va de negro.
Las letras de Loquillo son como todo su espectáculo: pan de higo, contundente, fuerte, sabroso, y si lo que vas buscando es un tentempié en pan de Viena, musiquilla hueca y fácil con la que mover la cadera, es que te has equivocado de espectáculo. Loquillo rinde tributo a Johnny Cash, canta a Alberto de Cuenca, a Brassens, los envuelve en música de rock y nos lo arroja a los que estamos en la arena sin despeinar su viejo y melancólico tupé en el que ya herborizan las canas. Voy de negro por el joven que caerá/ en la guerra creyendo tener detrás,/ a Dios y a su madre de su lado,/ y no es verdad:es la carne del juego de un general.

Claro está que nos canta las canciones de su último disco. Yo no las conozco todas, pero me atrapa, me emociona. Su voz, su estética, hay algo nostálgico en esa estampa de paladín de las causas perdidas. Por otra parte, la banda es un muestrario de virtuosismo. Loquillo abandona el escenario en cada solo instrumental para subrayar el protagonismo de estos músicos que transmiten camaradería y un buen rollo contagioso. Entre el público hay voces que reclaman viejos éxitos. La mataré. Cadillac. Loquillo responde a todo con una sonrisa y continúa con la ruta que trae marcada. Rock Suave, Las chicas del Roxy, Cuando fuimos los mejores.

LOQUILLO
 Loquillo es una estampa, un icono, profeta de una religión donde el paraíso es el rock& roll.
Cuando por fin suenan los acordes de La mataré es como si al público le hubieran dado un billete gratuito hacia un tiempo pretérito. El suelo tiembla. Mil pares de pies abaten la tierra y todos corean al ritmo que va marcando la banda. Es la hostia. Es sentir que todo esto tiene un sentido, que la música es un misterio indescriptible, una ceremonia mística con su liturgia y sus profetas, y que hay que hacer lo que sea menester para que el rito de la música en directo no desaparezca. Sin tregua pasa a Cadillac y es como si de pronto el cielo se volviera más cercano, como si las estrellas que cubrían el patio de armas del viejo castillo se hubieran asomado a ver qué coño de milagro era ese que hacía unánimes mil corazones tan distintos.

Acabó el concierto. La gente agrade la experiencia con una ovación que se mete entre las rendijas de las piedras y hace que el castillo reverdezca y remoce. Pero no hay más. Es hora de abandonar la escena del crimen. Descendimos la cuesta del castillo en dirección a la ciudad con los acordes de las últimas canciones palpitando aún en la garganta. Fue una noche hermosa. Una noche en la que comprendes sin paliativos por qué Ángel Romero sigue enganchado a este veneno de un negocio en declive, pero tan necesario. Gracias Ángel. Gracias Bebe. Gracias Loquillo. Gracias a la música y a los músicos. Que se cumpla en vosotros los versos de esa canción de Loquillo: Envejecer sentado al piano de algún club,/ conservar ese brillo salvaje en los ojos,/ entretener con un digno "savoir faire" nada más,/ dejar cantar al corazón.

Florian Recio    

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